18.10.06

Tacón de aguja para coser el corazón

Tensé mis cuerdas vocales dispuesta a gritarte que era verdad, que tú, y sólo tú, habías logrado partir mi corazón en más de mil pedazos.
Me quedé sorprendida cuando no me respondieron. Estaba muda por el dolor. Por volver a sentirme bien entre tus brazos. Por mentirte una y otra vez queriendo ser fuerte. Perdón, queriendo parecer más fuerte que tú.
Muda por la vergüenza y porque también mi orgullo estaba roto.
Ése lo rompí yo solita.
Dejándome embaucar de nuevo por tu olor, el que sólo puede percibirse en los otoños, en los domingos inesperados y cuando después del sexo nadie te abraza.
Era la melancolía la que atacaba por la espalda esa noche.
Y quise que lo vieras en mis pupilas para lanzarte el grito que no salía de mi garganta.
Quise que supieras que todo aquello era mi papel protagonista, una actuación dedicada exclusivamente a tí.
Pero no pude encontrar tus ojos.

¿Por qué todos los hombres de mi vida son tan altos?
Si no puedo solucionarlo, tendré que empezar a satisfacer tus fantasías y calzarme los tacones a todas horas.

1 comentario:

Silvyne dijo...

Niña¡¡¡¡Cuándo te vas?? No pude subir a Zaragoza, estoy liadísima... Coges el avión en Madrid?? Cuéntame cuando puedas.
Bikos guapísima