23.10.08

Los ojos claros y el corazón oscuro
siempre me han gustado los contrastes
Detrás de los cristales surges tú
dispuesto a vivir, decidido
a hundirme en historias de tránsito
Y yo, que tengo las estanterías
vacías de amaneceres
siento que me estoy mudando a un poema
Se que dejarán de servir las normas
que hace años intento derribar
La luz cotidiana, las mañanas grises
los puentes imaginarios, todo me da miedo
Y ahora lo se: llegaste despacio pero te irás deprisa
y con mi corazón entre los dientes



Al ritmo de :

http://www.youtube.com/watch?v=oYOs1AKt75k

9.10.08

Madrugar en octubre

Esta mañana, camino de la radio, he escuchado por primera vez el sonido de otoño, las hojas de los plataneros han crujido bajo mis botas.
Mi cerebro se divide en cajitas de sonidos y de olores, que se abren y llenan mis pensamientos de todas las sensaciones que se han ido guardando etiquetadas a lo largo de los años.
HOjas secas es octubre, comienzo de todo.
Los árboles del paseo se entrelazan en el cielo y es una unión consolidada de sus ramas, que queda al descubierto en otoño y permanece así hasta que vuelven a salir las hojas.
Este octubre intento que se me caigan las hojas, dejar al descubierto mis ramas, mis podas, mis injertos, dejarme casi enc arne viva, quitarme la corteza y ver cómo corre la savia por sus conductos.
Me gusta el ruido de las joas secas y desde muy pequeña tengo la manía de pisarlas, destruirlas, saltar encima hasta que ya no pueden darme más el placer de ese cri-cri, es mi ritual del otoño.
Hoy me he entretenido unos minutos a pesar de que el informativo matinal apremiaba.
Necesitaba destruir todas las hojas que se me han caído, y necesito empezar, tener esa sensación de novedad que siempre ha estado en la cajita del sonido de pisar hojas secas.