30.6.08

DESEO


"El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente. Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y sólo nos queda esperar, desplegadas las velas, que sople su viento. Es el deseo de desear."
Así empieza Saber perder de David Trueba

1 comentario:

Unknown dijo...

ese me alimenta, pero a veces se me cierra la boca, sin darme cuenta... y necesito, por ejemplo, leer algo así para reabrirla. gracias