12.6.07

sed

Tengo sed y me bebo mis lágrimas, aunque las tuyas sean más dulces, o menos saladas. El sabor de tus lágrimas es inversamente proporcional a sombra que arrojan tus ojos. Tus pestañas dejan pasar un poco de luz, que se ve al fondo, que parece atisbarse pero ya no deslumbra como antes...ya no volverá a hacerlo.

7.6.07

VOLAR, LEJOS...


Sólo me apetece subir a un avión y seguir huyendo hacia delante. Es lo que hasta ahora he hecho y no me ha ido nada mal. Pero creo que va a ser difícil romper con todo lo que tengo aquí, y partir hacia otro sitio.
Lo primero será arreglar lo de fuera y lo de dentro, conseguir algo por lo que aun tenga fuerzas para luchar. Siempre me han dicho que soy una luchadora pero puede que ahora se me hayan acabado las fuerzas, puede que no sea ya más que una sombra de lo que fui, en situaciones quizá más difíciles que la que ahora se me plantea. Estoy cansada de seguir plantada, de sentir que no avanzo, de volverme a ver cada noche en el mismo sitio, de gritar con las mismas cosas y de no encontrar nada nuevo con lo que emocionarme.
Estoy profundamente agotada. Físicamente, mentalmente...de mi misma. Y prometo que algo de mi queda, porque lo intento cada día, pero empiezo a mirarme desde fuera, y es lo que me conduce a esta situación.
Quizá he dejado pasar demasiado tiempo y ahora la crisis será enorme. Demasiado tiempo ocupándome de las crisis de los demás, por generosidad, por obligación, por miedo a ocuparme de mi misma.
Quizá ha llegado el momento de hacerlo, y probablemente los últimos acontecimientos me propulsen hacia eso. Quizá resurja y remonte el vuelo, y coja un avión y me plante al otro lado del mundo.
Perhaps, perhaps, perhaps.

5.6.07

De bodas, recuerdos y funerales

Una gran familia siempre supone grandes alegrías, pero también muchas desgracias. Aunque siempre, al compartirse entre más personas, pueda parecer más fácil sòportarlas.
Hace una semana, la Gran familia lloraba de felicidad y emoción en una maravillosa, divertida, mestiza y alocada boda, y al poco tiempo llorabamos la pérdida de uno de nosotros.
Y nosotros somos de llorar. Y de reir mucho. Podemos reir en la más triste de las situaciones y quizá eso es lo que nos salva y nos diferencia de otras familias.
Cuando reimos o lloramos, en cualquiera de las situaciones que ultimamente se nos han presentado, trato de situarme fuera y mirar como miraría alguien que no es de los nuestros. Supongo que no entendería muchas cosas, pero yo miro, desde fuera o desde dentro, y no puedo sentir nada más que orgullo y el pecho se me hincha y me siento afortunada, por poder vivir enormes felicidades y enormes penas dentro de esta explosión genética de emociones que somos.